1) Polémica tonta entre Pasteur y Bechamp.
Ríos de tinta se escribieron y se escriben en relación a estos dos personajes cuyo perfil de conocimiento y de relevancia social es tan similar.
Y se han escrito muchos libros alrededor de dos distintas posiciones teóricas que los separaba y los hacia enemigos.
Por una parte se habla de Pasteur como el ideólogo de la idea de que existen microbios que causan enfermedades, que esos microbios pasan de una persona a otra y transmiten las enfermedades, en lo que se da en llamar "teoría del contagio".
Por otra parte se habla de Bechamp como el ideólogo de la idea de que son las condiciones del cuerpo las que causan las enfermedades infecciosas y no los microbios, en lo que se denomina la "teoría del terreno".
Ambos dos, escribieron muy poco y de dichas polémicas teóricas y científicas tan solo tenemos libros posteriores escritos por terceras personas. Queda constancia tan solo de las polémicas personales, sociales y académicas.
CURRÍCULUM
Louis Pasteur
Louis Pasteur fue un químico y microbiólogo francés, miembro de la Academia Francesa. Demostró la naturaleza microbiológica de la fermentación y de muchas enfermedades de animales y humanos.
Pasteur se convirtió en uno de los fundadores de la microbiología y el creador de la base científica para la vacunación y las vacunas contra el carbunco, el cólera aviar y la rabia. Sus trabajos en el campo de la estructura cristalina y el fenómeno de la polarización sentaron las bases de la estereoquímica.
Pasteur también puso fin al debate secular sobre la generación espontánea de algunas formas de vida, demostrando experimentalmente su imposibilidad.
Su nombre es ampliamente conocido gracias a la tecnología de la pasteurización, que él creó y que más tarde fue bautizada en su honor.
Pierre Jacques Antoine Béchamp
Bechamp fue biólogo y químico francés, descubridor del preantibiótico "ácido p-aminofenilarsénico" "Atoxyl".
Es conocido tanto por sus avances en química orgánica aplicada (que llevaron al posterior desarrollo de la industria de los tintes sintéticos y de los medicamentos quimioactivos).
Establece que en la sangre hay un "tercer elemento" y que ese elemento puede ser precursor de formas de vida o lo que se denomina la "generación espontánea".
Ninguno de los dos era médico y ambos escribieron más de química que de biología.
Ambos creían en los microbios y su relación con la fermentación y las enfermedades y ambos estudiaron las condiciones tanto para la proliferación de los microbios como para su evitación.
La única diferencia entre los dos autores es el relativo a la generación expontánea de la vida. Sin embargo se ha creado una polémica artificial entre estos dos autores atribuyendo títulos y conocimientos de manera arbitraria o indicando que uno (Pasteur, el malvado de la película), defendía los intereses de la industria farmacéutica, mientras que el otro (Bechamp, el bueno aplastado por el poder) defendía la medicina natural o higienista.
Nada más lejos de la realidad.
Sin embargo hoy en día distintos autores más o menos serios, siguen alimentando una polémica que nuca existió, sobre la teoría del contagio vs. teoría del terreno, pues los dos eran conocedores de la importancia indisociable del terreno y los microbios.
Solo constan dos polémicas. La de tipo honorífico económico (lucha por renombre, fama y contratos de trabajo) y sobre la generación expontánea (la vida aparece de la nada). Sobre sus peleas laborales hay poco que decir, pero en cuanto a la teoría de la "generación expontánea", poco se puede decir, ya que se parte de la base de que la vida brota inexplicablemente de la nada...
Lo importante del caso y de la afición de discutir es lo que vengo observando desde hace años.
NADIE de los que discuten enconadamente sobre Pasteur y Bechamp, conoce el título de ninguo de sus libros o estudios.
NADIE de los que discuten o escriben sobre Pasteur y Bechamp tiene en casa ni ha leído ninguno de los libros escritos por ellos sin abusar de fuentes indirectas de dudoso interés y procedencia. Quienes desean promocionar una medicina ortodoxa, veneran a Pasteur y lo ensalzan de la misma manera que quienes defienden la medicina natural y el higienismo ensalzan a Bechamp. Ambos exageran y mienten deliberadamente.
Nadie de los que hablan de las polémicas entre Pasteur y Bechamp, entran en la única polémica de la "generación espontánea", lo que muestra lo artificial de la polémica y el interés bizarro de quienes escriben sobre dicha falsa polémica.
Libro de Bechamp "La sangre y su tercer elemento". Si lo leéis, seréis de los muy pocos que en este país han leído algo propiamente escrito por Bechamp, que ya es más que lo que han leído muchos que escriben sobre él.
2) René Quintón
René Quinton fue un biólogo, fisiólogo y un naturalista francés. Planteó dos teorías:
1) que el «agua de mar» es el «entorno natural» en el que se desarrollan las células animales. De acuerdo a sus investigaciones los animales pluricelulares eran «acuarios vivientes».
2) Es posible Reconstruir las células dañadas por medio del agua de mar. También descubrió que el agua de mar tiene una composición muy parecida al plasma sanguíneo.
Sobre René Quintón también han corrido ríos de tinta sobre la posibilidad de sustituir la sangre por agua de mar, y los experimentos realizados en ese campo, y como en el juego del "teléfono roto", el mensaje se distorsiona, se exagera y se falsifica casi involuntariamente haciendo que gente de todo tipo termine creyendo que el agua de mar puede sustituir a la sangre y que René Quintón sustituyó la sangre de un perro por agua de mar y consiguió que sobreviviese.
Lo cierto es que René Quintón hizo experimentos y que registró por escrito sus observaciones y que cualquiera puede buscar y leer esos experimentos para comprobar que la mayoría de lo que circula por internet son mitos y fantasías. Hoy en día se vende en farmacias el agua de mar de René Quintón, que evidentemente no es agua de mar sin más, sino agua de mar purificada, filtrada, sin pirógenos y con concentración controlada de sal.
No. El agua de mar no se puede ni se debe inyectar sin más, y como cualquier inyección, tiene sus peligros. Para aquellos que se quieren tomar las cosas en serio y apartarse del esperpento de hablar por hablar, dejamos los experimentos de René Quintón de los que siempre se aprenderá algo original, en lugar de leer las múltiples locuras que circulan por internet.
Cuadernos de René Quintón
NOTA MENTAL: Tan malo es fiarse del negocio de la industria farmacéutica como del negocio de la salud natural. Los dos son negocios y siempre están en riesgo de ser desleales con el público. Lo mejor es leer las fuentes y no dejarse llevar por las falsas polémicas de internet.
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